Hemos visto por qué masturbarse mientras te miras es una práctica tan útil y excitante para romper la rutina sexual. Hoy vemos cómo hacer esto pasando por la vergüenza inicial (normal). En primer lugar, abandona la idea de que solo tú tienes que satisfacer a tu pareja y que si no lo haces, tu vida sexual no funcionará: mentiras. Existe una gran posibilidad de que cada uno de nosotros sea realmente el mejor socio de sí mismo y no hay nada de malo en eso. Sé cómo hacer que me corra como ningún otro. Otro factor a abandonar: el sexo es el juego previo / el juego previo intenso / la penetración / el orgasmo. En realidad, no siempre, no para todos. ¿Y por qué deberíamos seguir siempre el mismo guión? Si no te apetece la primera vez, pídele que se masturbe frente a ti. El sonido de sus gemidos, su expresión de gozo cuando cierra los ojos o se muerde los labios. Verás que lo querrás.
- La hermosa conversación preliminar habitual: incluso si ya acepta masturbarse sin contacto, hablar de ello ayuda a negociar la experiencia. ¿Solo miras? ¿Solo unas miradas mientras te masturbas y tu pareja también? ¿Se paran uno encima del otro mientras lo hace o en los lados de la cama, uno frente al otro? Quizás la pareja quiera empezar en privado y seguir contigo o al revés, venir sin que lo mires. Habla de eso primero.
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Gradualidad: cuando te masturbas frente a una persona te sientes muy expuesto, vulnerable. Si se siente incómodo al principio, intente con la luz apagada o con los ojos cerrados, simplemente escuchándose unos a otros.
- También puede comenzar a vestirse y luego proceder a desvestirse mientras se masturba frente a su pareja. ¡Con calma porque no son acciones sencillas de combinar!
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No fuerces el espectáculo. Masturbarse para disfrutar, no para hacer un show: si lo haces parecer «porno» solo para satisfacer a tu pareja, quizás no vengas. Por ejemplo, ¿solo puedes correrte boca abajo con un vibrador entre las piernas? De nada sirve poner las piernas abiertas sobre la espalda para estimular el clítoris. No te preocupes, mastúrbate como a ti te gusta, a tu pareja le gusta tu placer. Tienes que reír ¡OK! Y si descubre que no le gusta o se siente ridículo, ¡siempre tiene tiempo para saltar sobre sí mismo y proceder de otras maneras! Obvio.
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Vivo en Santo Domingo, tengo 27 años y soy dominicana.
Nacida con el fuego del Caribe, pasé mi juventud experimentando. Lectriz curiosa y ávida
decidí dedicarme a un argumento considerado tabú: el sexo.
En todas sus formas.